BDSM significa bondage & discipline, dominance & submission, and sadomasochism. A veces me preguntan sobre la normalidad o anormalidad de ciertas actividades sexuales. La contestación es siempre la misma, no hay conductas anormales a menos que interfieran en la voluntad de terceros. No son admisibles actividades que supongan relaciones con menores de edad o que fuercen a otros a realizar actos que no desean.
En el caso de BDSM se incluyen una serie de prácticas muy diversas, (bondage: técnicas de atado, dominación, sumisión, sadomasoquismo). Existen grupos muy específicos de cada una, personas que varían de una a otra en cada relación o aquellas que utilizan varias a la vez.
Bondage by Kennedy James
Lo que si que hay que tener en cuenta en estas actividades es lo que se ha venido en llamar SSC (Safe, Sane and Consensual). No por ser poco frecuentes hay que olvidarlas y a veces son situaciones que nadie se las plantea cuando participa en estos juegos sexuales.
Seguras: Se deben conocer los elementos a utilizar, los daños que se pueden ocasionar por mal uso. Si se usan elementos que lleven llaves hay que tener otras de repuesto o los utensilios deben poder manipularse sin que dañen el cuerpo (por ejemplo si hay que usar una cizalla para romperlo, cosa no inusual en las urgencias hospitalarias). Deben existir métodos por los que la persona atada o sometida pueda ella sóla “liberarse” en caso de emergencia.
Sensatas: No realizar estas actividades bajo la influencia de drogas o sustancias que disminuyan la capacidad de decisión o que provoquen una falsa sensación de seguridad ante determinados actos.
Consensuadas: Como ya expliqué antes este tipo de situaciones pasarían a ser abusos sexuales o violaciones si la pareja no consiente a la realización de las mismas.