La toma de suplementos vitamínicos, enzimas o complementos nutricionales está muy extendida en los países desarrollados. Una de sus aplicaciones está en el campo de la fertilidad. ¿Son realmente beneficiosos?. ¿Son seguros?
En las consultas médicas es bastante habitual que nos hagan preguntas como: No tengo hambre, ¿me puede recetar unas vitaminas para despertar el apetito?. El niño estudia mucho, ¿le manda alguna vitamina para la memoria?. Cuando hablamos de fertilidad ocurre algo similar, los pacientes piden vitaminas o las toman por su cuenta. Lamentablemente, en este punto algunos médicos pueden tener parte de culpa al indicar complementos vitamínicos o nutricionales a ambos miembros de la pareja desde el mismo momento en que acuden a consulta deseando tener un hijo. Todo ello con el argumento nada acertado de: “ no pasa nada son vitaminas, aunque no te sirvan, mal no te hará”. Podéis ver el link del artículo: 10 surprising dangers of vitamins and supplements en el que relata la falta de información de algunos de estos suplementos, los riesgos de sobrepasar dosis, o las controversias sobre su utilidad para prevenir ciertas enfermedades, entre ellas el cáncer.
Voy a centrarme en este caso en los efectos sobre la fertilidad del varón. La Biblioteca Cochrane y sus revisiones son hoy en el día la mayor referencia médica cuando hablamos de revisiones de todo lo que puede haber publicado sobre un tema. Exploran la evidencia o las pruebas a favor o en contra de la efectividad y conveniencia de los tratamientos en circunstancias específicas. Su objetivo es facilitar la toma de decisiones a los médicos, pacientes, administradores y otros implicados en la asistencia sanitaria. En 2012 se publicó el siguiente artículo: Antioxidants for male subfertility (Review). En la revisión se analizaron 34 ensayos controlados, abarcando a un total de 2876 parejas, concluyen que puede haber un aumento de las tasas de nacidos vivos y embarazo en las parejas en el que el miembro masculino utiliza antioxidantes.
Analizando el artículo hay que ser riguroso y estas conclusiones no pueden tomarse de manera generalizada.El uso de los antioxidantes está basado en la repercusión que tiene el exceso de radicales libres sobre las distintas células del organismo. Los radicales libres son sustancias tóxicas que se forman en el organismo y que pueden producirse por procesos propios como puede ser el estrés, la fiebre, los procesos inflamatorios o el ejercicio intenso. También agentes externos como el consumo de tabaco, exposición de radiaciones, sustancias tóxicas ambientales o aditivos de alimentos. Frente a ellos el organismo tiene como defensa a los antioxidantes. Si existe un desequilibrio a favor de los radicales se producirá daño celular. En el caso de los espermatozoides una de las maneras que tenemos de medir el daño de los radicales es por medio del estudio de la fragmentación de DNA en ellos. Las cadenas de DNA se dañan por los radicales libres y el organismo no tiene suficientes antioxidantes para contrarrestarlos. En estos casos la utilización de los complementos antioxidantes parece evidente.
El uso indiscriminado de suplementos antioxidantes no está exento de riesgos como se muestra en diversos trabajos como un incremento en la decondensación espermática por altas dosis de vitamina C o reducción de la movilidad de los espermatozoides por altas dosis de Selenio mediado por alteración del metabolismo de la hormona tiroidea.
Para resumir, el varón que se encuentre preocupado por la calidad de su esperma debe tener en cuenta los siguientes puntos:
1.- Realice no sólo un seminograma. El estudio de la fertilidad requiere una exploración física y algunos otros estudios solicitados por un especialista en fertilidad masculina en función de los hallazgos previos. 2.- No tome cualquier complejo de vitaminas para mejorar su calidad espermática y menos si todavía no sabe si lo necesita. Consulte al médico especialista, no a su farmacéutico. 3.- Tenga en cuenta los motivos de generación de radicales libres antes mencionados. Muchas veces con un cambio en el estilo de vida, deporte moderado y buena alimentación mejorará su calidad seminal.
2.- No tome cualquier complejo de vitaminas para mejorar su calidad espermática y menos si todavía no sabe si lo necesita. Consulte al médico especialista, no a su farmacéutico.
3.- Tenga en cuenta los motivos de generación de radicales libres antes mencionados. Muchas veces con un cambio en el estilo de vida, deporte moderado y buena alimentación mejorará su calidad seminal.