Cuando hablamos del desnudo en la pintura, hablamos de arte. Se ha establecido que la pintura desde sus orígenes ha buscado expresar distintos sentimientos, pero su fin no es provocar una respuesta sexual. En contra de este parecer se han postulado distintos movimientos feministas cuyo exponente más radical ha sido Mary Richardson que dañó con un cuchillo el cuadro de Velázquez, la Venus del espejo, para reivindicar la utilización de la mujer como un bello objeto a contemplar.
Estos colectivos señalan que la pintura ha sido realizada por hombres y para hombres, por ejemplo en el Metropolitan Museum de Nueva York sólo exponen un 5% de mujeres y el 85% de los cuadros de desnudos son femeninos.
Existen múltiples estudios sobre la visión de desnudos y comportamiento o respuesta. Uno de ellos realizado en Bélgica, exponía a un grupo de hombres a visionar imágenes de mujeres atractivas. Les exponían posteriormente ante dilemas financeros y observaron que su capacidad de tomar decisión acertadas disminuía notablemente y más en aquellos con más niveles de testosterona.
Un estudio sobre los tópicos que se usan en comunicación y que pueden fijar más la atención fue realizado en 2011 con una técnica de eye-tracking. Con esta técnica se valora el foco de atención visual de una persona ante una imagen, el tiempo que emplea y el orden de consumo de los elementos que la componen. Los tópicos estudiados fueron: sexo, violencia, comida, deporte, ternura/sensibilidad y lujo. En conjunto hombres y mujeres se ven más atraídos por la violencia, pero sin embargo el primer estímulo en el hombre es el sexo. A lo largo de la edades se ven cambios importantes; el estímulo violencia, tan predominante en jóvenes para disminuyendo notablemente con la edad y de la misma forma la ternura/sensibilidad va aumentando. Sin embargo el estímulo sexo se mantiene constante con la edad.
Con técnicas de eye traking también se han realizado estudios sobre dónde se fija la mirada ante una persona desnuda. El estudio de Rupp en la revista Hormones and Behavior muestra datos interesantes. Por ejemplo la primera zona donde fija su atención un hombres es… la cara. La duración de la mirada sobre zonas genitales es similar en hombres y mujeres.
Los hombres se excitan ante el mero estímulo visual, sin embargo las mujeres necesitan otros sentidos para activarse, en especial el oído o el tacto, todo ello se integra a nivel central para crear estímulos que magnifica la imaginación. Hechos como estos refuerzan la idea de la simpleza de los hombres y la complejidad de las mujeres.
Y volviendo al origen del post citaré a mi maestro, el Dr. Francisco Cabello: “Ver a un hombre o a una mujer desnudos puede ser tan artístico o molesto, pasando por lo erótico, dependiendo del sentido que el cerebro dé a dicha visión”.
Puedes escuchar mi intervención en el programa Es Sexo a partir de 1h 34'