En la entrada anterior hablé del Síndrome Genitourinario de la Menopausia (SGUM) en el que las mujeres que lo padecen presentan distintas molestias a nivel vaginal como es escozor, sequedad, picor, dolor o molestias en las relaciones sexuales. A nivel urinario se pueden padecer infecciones de orina de repetición, dolor vesical, aumento de la frecuencia de la micción, incluso escapes de orina acompañados de ganas urgente de orinar.
No sólo en la mujeres menopáusicas aparecen este tipo de síntomas, mujeres más jóvenes pueden tener también alteraciones hormonales que afecten a su salud vaginal y urinaria.
¿Qué relación hay entre vejiga, vagina y hormonas?. Hay muchos trabajos publicados como el de Blakeman en los que indican que las células del epitelio escamoso de la vejiga, sobre todo la zona del trígono contienen receptores estrogénicos. Según el nivel de estrógenos la proliferación celular varía. Igual que en la vagina se adelgaza, a medida que se pierden estrógenos, la vejiga puede sufrir el mismo proceso.

El deterioro de la barrera defensiva que supone una vagina sana, afecta a la vejiga en la zona contigua que corresponde al trígono. En esta zona existen terminaciones nerviosas que regulan el deseo de la micción. Su alteración puede producir la urgencia miccional o vejiga hiperactiva. La irritación del trígono o cervicotrigonitis favorece este proceso así como el dolor o las infecciones de orina.

Entre los tratamientos regenerativos vaginales de los que hablé en el anterior post está el uso de estrógenos tópicos y aquí os he explicado porqué su utilidad en todos estos síntomas. La regeneración de la mucosa vaginal no sólo mejorará la salud sexual, con mejor lubricación, placer sexual, evitando picor e irritación vaginal, sino que a nivel urinario puede evitar las infecciones de orina, la urgencia miccional o escapes de orina leves. Seguiré explicando cuándo aplicar y cómo funcionan otros tratamientos médicos vaginales regenerativos, funcionales y poco invasivos como es el láser vaginal o el uso de ácido hialurónico o factores de crecimiento autólogos.
